La octava edición de la Clasificación de Intervenciones de Enfermería (NIC, por las siglas en inglés de Nursing Interventions Classification) incluirá una nueva intervención en cuidados paliativos, denominada “Administración de medicamentos: dispositivo de infusión portátil”, gracias a la intensa labor desarrollada en los últimos años por el Grupo de Trabajo de Planes de Cuidados de AECPAL.

La NIC es uno de los tres lenguajes estandarizados reconocidos por la American Nurses Association (ANA), junto con los diagnósticos desarrollados por la NANDA y la Clasificación de Resultados de Enfermería (NOC, por sus siglas en inglés), “los tres pilares de la metodología enfermera”, según explica Pilar Vallés, coordinadora de este grupo de trabajo de AECPAL del que también forman parte Isidro García, enfermero del servicio de Oncología del Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia) y Ana Manzanas, enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Cantabria).

En ellos se ha basado desde sus inicios el trabajo de este equipo que, tras un concienzudo proceso de búsqueda y recopilación de evidencia científica, investigación, análisis multicéntricos y revisión, elaboró un documento de consenso que identifica los problemas de salud que aborda la enfermería en paliativos (diagnósticos NANDA), los objetivos propuestos (NOC) y las intervenciones que es preciso realizar para llegar a ellos (NIC): la Guía de planes de cuidados estandarizados de Enfermería, cuya segunda actualización se publicó en 2014.

La inclusión de esta intervención sobre la administración subcutánea de medicación en cuidados paliativos en la nueva edición de la NIC, ya disponible en preventa, es fruto de un largo proceso. “Presentamos la documentación en marzo de 2018, cuando ya estaba en marcha la séptima edición, por lo que nuestra solicitud, lógicamente, tenía que ser evaluada para la siguiente”, explica Vallés, enfermera del centro de salud Algeciras Sur (Cádiz). La propuesta fue aprobada a la primera, sin necesidad de realizar revisión alguna, lo que da idea de la calidad del trabajo realizado por el grupo para su elaboración y tramitación. La confirmación llegó directamente a través del certificado del Center for Nursing Classification & Clinical Effectiveness de la Universidad de Iowa, que les acredita como autores de la nueva intervención y que pone de manifiesto que los esfuerzos que han realizado “para mantener la clasificación internacional actualizada con la práctica clínica son reconocidos y apreciados”.

La intervención desarrollada por los integrantes de AECPAL es una de las 60 nuevas incorporadas a la NIC, la única española. El Grupo de Planes de Cuidados de esta asociación que forma parte de SECPAL comenzó a trabajar en ella en 2017, tras observar que el manejo de la vía subcutánea contemplado en la Clasificación de Intervenciones de Enfermería “no se adaptaba a cómo nosotros lo hacíamos en los pacientes con enfermedad avanzada o en final de vida subsidiarios de cuidados paliativos”.

A partir de ahí, indica Pilar Vallés, el equipo realizó una intensa búsqueda bibliográfica para encontrar evidencia científica, “siempre utilizando la metodología de la NIC”, analizó la práctica clínica relacionada con la vía subcutánea y sometió todos los hallazgos a un profundo proceso de revisión, misión que ha requerido de los miembros del grupo un esfuerzo extraordinario, la pérdida “de muchas horas de sueño” y “el respaldo fundamental de nuestras familias”, ya que todo este trabajo se desarrolla “fuera de nuestro horario laboral”.

Que esta nueva intervención aparezca en la actualización de la NIC “es como un reconocimiento a todos los años que llevamos trabajando dentro del Grupo de Cuidados de AECPAL, una inyección de ánimo que nos impulsa a seguir adelante”, subraya la coordinadora de un equipo que es referente en este ámbito asistencial.

Este logro permitirá “unificar criterios de trabajo” e incluirlos en planes de cuidados estandarizados “que posteriormente pueden ser personalizados en función de las necesidades de cada paciente”. “En la práctica clínica, es muy importante trabajar con metodología enfermera que haga posible que todos hablemos un lenguaje común, que facilite la investigación y que permita avanzar en la profesión”, indica Pilar Vallés. 

Como resalta Marisa de la Rica, presidenta de AECPAL, se trata de un logro muy significativo y valioso, dada la complejidad que existe para elaborar y reconocer un NIC. Cuando se consigue, destaca, “pasa a formar parte del lenguaje estandarizado enfermero de forma internacional”.

La investigación destinada a desarrollar un vocabulario específico y una clasificación de las intervenciones de enfermería comenzó en 1987 en la Universidad de Iowa, donde se desarrolló la NIC, una clasificación estandarizada y exhaustiva de las intervenciones enfermeras que se publicó por primera vez en 1992.