Desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) manifestamos nuestra más honda preocupación por el desastre humanitario que está sufriendo la población civil de Gaza como consecuencia del conflicto entre Israel y Hamás y por el impacto devastador de los ataques indiscriminados sobre los habitantes de la Franja, donde han muerto más de 18.000 personas desde el pasado 7 de octubre, de las cuales casi el 70% son mujeres y niños, según Naciones Unidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado un colapso humanitario y sanitario total en la zona, donde dos tercios de los hospitales y más del 70% de los servicios de atención primaria que existían han sido destruidos o están fuera de servicio.

El cerco sobre Gaza impide que la población disponga de alimentos y agua, y también se ha cortado el flujo de los medicamentos y los suministros sanitarios esenciales. Cientos de personas mueren a diario sin los cuidados necesarios y en condiciones infrahumanas.

Como profesionales de cuidados paliativos que trabajamos cada día para atender las necesidades de las personas que sufren, sentimos un indescriptible dolor al asistir impotentes a esta tragedia evitable.

Vemos con horror las terribles condiciones en las que se encuentran los profesionales de la salud para poder prestar la más mínima atención a los miles de personas gravemente enfermas y heridas que llegan a las instalaciones sanitarias, cada vez más escasas.

Estamos presenciando un asedio constante a hospitales y personal sanitario y una represión brutal contra la población civil que impacta especialmente en la infancia y que supone una manifiesta vulneración de la legislación internacional, los derechos humanos y los Convenios de Ginebra, lo que está generando en miles de personas un sufrimiento descomunal y del todo insoportable.

En este doloroso escenario, nos conmueve profundamente la absoluta entrega de los profesionales que, en condiciones infernales, y pese a los ataques, el hostigamiento y la inseguridad permanentes, permanecen en los centros asistenciales desde la vocación más absoluta de cuidar y acompañar hasta el final.

Como profesionales comprometidos humana y profesionalmente con el alivio del sufrimiento, manifestamos nuestro más rotundo rechazo a todo tipo de violencia ejercida sobre la población civil y sobre las infraestructuras esenciales para su supervivencia.

Reclamamos que se pongan en marcha actuaciones urgentes para asegurar el acceso rápido y sin trabas a alimentos, agua y medicamentos esenciales y que se exploren de manera inmediata y eficaz vías pacíficas como única forma de solucionar este conflicto.

Creemos que nunca deberíamos permitirnos ser indiferentes ante el sufrimiento humano. Es imperativo que la comunidad internacional actúe para evitar más dolor, cambiar el curso de esta realidad atroz y detener la pérdida de más vidas sin sentido.

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